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Buen San Isidro con muchos toros embistiendo. López Simón primera puerta grande para los de a pié

Va muy bien la feria de San Isidro en Madrid, con una camada importante de toros dando buen juego, embistiendo y echando por tierra eso de que el toro con kilos no embiste. El que no embiste es el manso, con kilos o sin kilos.

El presente San Isidro en Madrid, ha tenido hasta el momento, el grato registro de contar con un buen número de toros embistiendo y todos, por encima de los 550 kilos, incluso algunos han llegado ha registrar en báscula 640 y 670 kilos.

Lo anterior echa por el suelo aquello que el toro con esos kilos y esa presencia no embiste. Mentira. El punto está en NO manipular tanto la casta del toro bravo, porque ahí es donde se desfonda el tanque.

Esto sucede por hacerle juego a las exigencias de algunas figuras, de algunos apoderados y de más que están en el negocio de la fiesta, porque el aficionado, el que paga, lo que quiere ver es la fiesta auténtica y esta comienza por la presencia del toro, aquel que impone respeto, aquilata los triunfos y da emoción.

En éste San Isidro se han lidiado buenos toros de las ganaderías del Ventorrillo, Alcurrucén, El Torero, Parladé, Núñez del Cuvillo, Carmen Lorenzo-El Capea, Las Ramblas.

Aquí las primeras declaraciones del torero López Simón, a la agencia EFE:

El joven madrileño Alberto López Simón consiguió este domingo abrir la primera Puerta Grande de la Feria de San Isidro de entre los matadores de toros, un triunfo que le producía "tremenda felicidad", aunque también, cierto conservadurismo: "Aún queda mucho camino por recorrer hasta encontrar el toreo eterno".

Estas fueron las declaraciones del torero del distrito madrileño de Barajas a Efe antes de ser aupado a hombros para ser sacado por la Puerta Grande, no sin antes reconocer que en la tarde de hoy puso "el alma" para lograr un triunfo que ya alcanzó hace menos de un mes, en la tradicional corrida goyesca del 2 de mayo.

"Tenía que quitarme deudas pendientes, pero, sobre todo, despojarme de complejos y hacerlo todo con desparpajo. Esto ha sido fruto de mucho trabajo y muchos sinsabores. Ahora me acuerdo de la cuadrilla, y de que hay que entregarse y tener la mente al 100 % para alcanzar la gloria", dijo López Simón.

Sobre su actuación de hoy, López Simón no se mostraba nada conformista, todo lo contrario, pues lejos de paladear el triunfo conseguido se mostró crítico con él mismo.

"Madrid se merece verme en mi plena dimensión. Lamento el pinchazo previo a la estocada final en este último toro, como también el no haber podido cuajar una faena rotunda, de esas que llevo soñando desde que supe que quería ser torero. He estado bien con los dos toros, si, pero busco más, quiero la perfección y alcanzar el toreo eterno", remarcó.

David Galván se marchaba de la plaza con "un sabor amargo", pues venía a Madrid necesitado de un triunfo que le pusiera a funcionar y que no pudo conseguir por "falta de toros".

"Al primero lo he toreado a gusto, pero le ha faltado empuje para transmitir más a los tendidos; y el cuarto ha sido imposible. He tratado de poner actitud, pero solamente con eso no sirve para triunfar en Madrid. Me jugaba mucho en esta corrida, y, aunque he mostrado firmeza, no ha valido para lograr lo que buscaba. Me voy contrariado de la plaza", reconoció el joven gaditano.

Víctor Barrio tampoco salía nada satisfecho del coso Monumental de la calle Alcalá.

"Una pena todo. A uno le ha faltado fuerzas y el otro no ha sido nada fácil. Madrid necesita un tipo de toro totalmente distinto a los que me han tocado en lote hoy. Qué desesperación", señaló brevemente Barrio.

 

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